Cuando las cosas que no controlamos parecen desbordarse, y el lugar en el que estamos se ha convertido en un jaleo, es precisamente cuando necesitamos mostrar más disciplina.
Es muy probable que hoy te encuentres trabajando en casa, con los niños corriendo de arriba abajo, preparando la comida y atendiendo una videoconferencia urgente para resolver problemas de la oficina. No es lo normal, y lo entiendo. No es a lo que estás acostumbrado, no es lo que habías planeado ni te habías preparado, pero qué le vamos a hacer, ya estamos aquí.
A partir de ahora las cosas no serán igual. Tu vida -no es mi deseo, pero sinceramente creo que pasará- se puede convertir en algo así como campo de batalla. Es tu turno de crear un orden nuevo, uno que te ayude a salir de esta antes de que alguien más organice el resto de tus días.
Empieza el día temprano; haz ejercicio, arréglate, mantén una dieta balanceada, enfócate en resultados, ataca los problemas antes de que se acumulen, y ponle límites a todas las tareas. No experimentes mucho, aférrate a lo que haces mejor. Afina tu visión para identificar peligros y oportunidades, y utiliza toda la sabiduría que has acumulado a lo largo del tiempo.
Hay pocas cosas buenas que puedan sacarse de una pandemia, sin duda una de ellas es fortalecer tu disciplina.